LA CORONA ENCANTADA
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Título |
La Corona Encantada |
Género |
Plataformas |
Año |
2009 |
Máquina |
ZX Spectrum 48K/128K |
Jugadores |
1 jugador |
Compañía |
Karoshi Corporation |
Autores |
Jon Cortazar, Eduardo Robsy, José Vicente Masó, Sergio Vaquer,
Daniel Zorita, Javier Peña.
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Distribuidora |
Matra (a la venta por
14,95 )
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Trucos |
POKE 34342, 201 - Energía infinita POKE 33866, 201 -
Tiempo infinito
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Se busca héroe de piernas fornidas y excelente estado de forma para salvar país
imaginario de maldición encantada. La recompensa, princesa forrada hasta el tuétano.
Razón: Karoshi corporation. ¿Te suena el argumento? ¿Conoces a otros personajes cuya
mayor habilidad es el salto largo y el salto corto? Si no es así, es que no has tenido
un Spectrum, y me gustaría saber cómo narices has podido terminar leyendo este número de
Magazine ZX.
Así es, La corona encantada es un homenaje más a un subgénero prácticamente endémico de
la Iberia profunda, hecho con amor, con mucho amor. Una historia de épocas pretéritas,
con princesa encantada y objeto mágico para deshacer el hechizo que la mantiene presa.
Ingredientes típicos de la estructura del cuento maravilloso, que Vladimir Propp ya
diseccionara en su momento, y que tan bien se han adaptado al mundo del videojuego.
Corre por bosques, grutas y castillos. Salta por extrañas islas flotantes, consigue las
20 monedas que dan acceso a la corona, y ve en busca de tu amada. El amor (y el dinero)
te esperan si consigues hacerlo todo en el tiempo establecido.
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Y ahora alguien me dirá: ¡pero es lo de siempre! Así es. Es lo que tienen los homenajes,
que debes mantener las raíces para que sean reconocibles, y además, respetuosos. Aunque
esto segundo quizás no se cumpla del todo. El buen hacer de Jon Cortázar ha dejado en
evidencia los defectos que en su momento perdonamos a los iniciadores. Los Phantomas,
Abu simbel y similares, palidecen ante las virtudes que en su momento no se supieron (o
no se pudieron) incluir en el código. Es la ventaja de crear a toro pasado, que ya sabes
donde meter la mano (y donde no). La corona encantada cuenta con una coherencia absoluta
en todo el apartado gráfico. Son poquitos píxeles, pero se nos muestra un mundo
imaginario creíble, con continuidad. La sencillez de la imaginería que permiten 48K, no
pervierte el elenco de razas y objetos enemigos que entorpecen nuestra labor, aún con su
comportamiento básico de inteligencia primigenia. ¿A quién no le gustará ser de nuevo
Bastian, a pesar de rondar o superar las tres décadas? Aquí es posible.
Siguiendo con los parabienes del juego, hay que destacar la dificultad ajustada del
mismo. Un acierto que abre las puertas a todos los públicos y no sólo a entes con
reflejos biónicos, y que desmitifica la endemoniada imposibilidad como mérito para crear
juegos donde alcanzaremos a ver una sóla pantalla. Lo sabemos: nunca llegaremos al otro
extremo, ni ganas que hay. El mapeado está estudiado al milímetro y racionado con un
sistema de palancas que nos va abriendo nuevos caminos. Todo casa, todo funciona, sin
cambios de escenario desorientadores. Todo invita a conseguir esa moneda escondida a un
salto largo de distancia milimétrico. Si no es ahora, será en la siguiente partida.
Tenemos energía de sobra para pensar en que el rescate de la princesa no es una utopía,
y en todo caso, el vil dinero nos mantendrá con un hilo de vida. Si no lo perdemos
intentando cogerlo, claro.
No obstante, hay que hacer notar algunas lagunas en el debe de la Corona encantada. La
carga en modelos de 48K deja el juego completamente mudo, sin siquiera un mínimo zumbido
surgido del z80. En ordenadores de más prestaciones cuenta con las voces del AY-3-8910
para todo el apartado sonoro. La música nos acompaña en la aventura, pero termina
volviéndose monótona. Ya saben, por pedir que no quede, y se echa de menos un poquito
más de variedad para que no terminen ahogándonos las limitaciones del chip de sonido y
quemando una buena pero ermitaña orquestación. Otro pecado venial es la ausencia de
teclas de pausa y vuelta al menú. Al menos, yo no las he encontrado. Lo de la pausa sí
que precisa de penitencia, puesto que a pesar de que nuestro personaje no esté en
peligro, el tiempo no deja de correr, y nos puede pasar factura al margen de la del
teléfono del amigo que nos llama en medio de la partida.
La corona encantada es un desarrollo tanto para MSX como para Spectrum. Es muy posible
que las limitaciones que he comentado sean una causa directa del hermanamiento, y de las
fechas de entrega para llegar a tiempo a la convocatoria de la MSXdev'08. Aún así,
tiene el mérito de conseguir que volvamos a disfrutar de un género en el que ni la
nostalgia nos impide pensar que ya lo hemos visto todo. Y eso, es algo muy difícil de
conseguir. Además, supone el estreno de Karoshi corporation en las máquinas Sinclair,
por lo que se impone dar la bienvenida a uno de los mejores desarrolladores del panorama
actual de 8 bits. Esperemos que haya vendido cara su alma al diablo de Cambridge, y la
deuda se vea saldada a base de más juegos.
El regreso de Azpiri
La Corona Encantada, sin quererlo, se ha convertido en el hasta ahora más ambicioso
proyecto del desarrollo amateur de los ordenadores de 8 bits en España. Pensado para MSX
y Spectrum, ha contado con la colaboración del prolífico Alfonso Azpiri para la carátula
de la versión física. A Jon se le pasó por la cabeza, lo que a unos cuantos de nosotros:
el tantear al ilustrador para tener el juego con una portada suya. Una empresa difícil
de mantener con las ridículas cifras que se mueven hoy en este mundillo y que sólo es
posible con un loco que financie semejante empresa. Afortunadamente, Karoshi cuenta con
el soporte de la corporación MATRA, que se lió la manta a la cabeza y decidió embarcarse
de nuevo en el barco pirata a la búsqueda del tesoro.
Azpiri ha disfrutado rememorando los viejos tiempos, y su colaboración no se ha visto
exclusivamente reducida a la ilustración de portada, sino que también ha sido parte
implicada del diseño: argumento, personajes, decorados,
La idea original también
evolucionó gracias a él a lo que hoy tenemos entre manos los afortunados que cuentan con
la cinta o el cartucho.
Valoraciones |
Originalidad: |
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Gráficos: |
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Sonido: |
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Jugabilidad: |
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Adicción: |
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[8] |
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Dificultad: |
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[7] |
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La Corona, al descubierto
Comienza nuestro viaje en busca de las veinte monedas. Aparte de los múltiples enemigos,
encontraremos palancas que nos permitirán acceder a diferentes partes del escenario.
Encaminaremos nuestros pasos hacia la derecha para accionar la primera de ellas.
Volvemos a la izquierda, hacia la nueva plataforma que ha aparecido, con cuidado al
saltar por encima de un agujero que nos provocará la muerte segura si caemos en él. Nos
encaramamos a la plataforma y volvemos a la derecha, pero siempre ascendiendo. Una
pantalla a la derecha y otra hacia arriba volvemos a la izquierda (subiendo), para
accionar una nueva palanca. En el camino vemos una moneda, pero enseguida volveremos
hacia ella.
Esta vez la palanca nos franqueará el acceso a los niveles inferiores, en los que se
encuentra retenida la princesa. De vuelta hacia la derecha, nos dejaremos caer de la
plataforma, para recoger la primera moneda de nuestro botín, que se encuentra justo
debajo, y volvemos a retomar la ruta ascendente hacia la derecha, para recoger la
segunda moneda (la que vimos antes).
Aquí podemos encaramarnos a la plataforma central si dejamos que el pájaro vaya hacia la
izquierda y hacemos un salto alto justo en ese momento.
En la siguiente pantalla de la derecha, nos dejaremos caer justo por el centro, para
recoger la moneda (3) que se encuentra, una vez más, justo debajo. Nuevamente,
repetiremos el proceso de ascensión, por tercera vez, hasta retornar a la pantalla
anterior.
Continuamos hacia la derecha. En la siguiente pantalla, hay una moneda (4) en el lado
derecho. Para acceder a ella, además de esquivar a los enemigos, deberemos realizar con
precisión un salto largo. Nos dejamos caer a plomo de esa plataforma para encontrar otra
justo debajo, con una nueva moneda. Vamos hacia la derecha y, justo al borde de la
plataforma, ejecutamos un salto largo que nos hará caer en otra desde la cual podremos
accionar una palanca, que hará aparecer un par de piedras que nos darán acceso, más
adelante, a una moneda (5) en la fachada del castillo.
Lo siguiente que haremos será dejarnos caer y adentrarnos en las profundidades, ya que
todavía no nos es posible acceder al castillo donde se encuentra la corona. Nada más
entrar en la cueva encontraremos una nueva moneda (6). Nos encaminamos a la izquierda y,
en la siguiente pantalla, nos dejamos caer para accionar una palanca que nos permitirá
el paso por la parte superior.
Volvemos a subir, seguimos hacia la izquierda, recogemos la moneda (7) y bajamos por el
hueco que acabamos de habilitar. Debajo encontraremos otra moneda (8) y podremos seguir
hacia la izquierda. En la siguiente pantalla, nos dejaremos caer y continuaremos en la
misma dirección, yendo por la parte de arriba de la pantalla, para activar una palanca.
Ésta es la que nos permitirá acceder al castillo.
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Pero todavía no podemos ir hacia allá, ya que tenemos que recoger todas las monedas y
todavía nos quedan algunas. Volvamos a la pantalla superior y, esta vez, continuaremos
hacia arriba. Recogemos la moneda (9) y viramos a la izquierda. Al final de ese camino
está la princesa, pero sin la corona, no podremos liberarla. Nos dejaremos caer por la
zona izquierda y proseguiremos por ahí. Cuando lleguemos al final, nos dejamos caer y
llegaremos al final de la cueva por ese lado, donde nos espera una moneda (10). De
vuelta, recogeremos otra moneda (11) que hemos dejado atrás justo antes. Hecho lo cual,
podemos encaminar nuestros pasos a la superficie, hacia el castillo, que se encuentra a
la derecha. Para cruzar el acceso a las cuevas deberemos ejecutar con precisión un salto
largo.
Accedemos al castillo esquivando al ogro feo que custodia la entrada y nos dirigiremos
primero hacia las estancias superiores. Recogemos la moneda (12) ubicada en el borde
derecho y continuamos hacia la izquierda. En la siguiente pantalla, podremos ascender
hacia las murallas. Recolectaremos primeramente la moneda (13) situada en la parte
derecha.
Volvemos nuestros pasos hacia la izquierda y nos dejaremos caer justo al borde de la
muralla, para ir a caer a las piedras que mostró una de las palancas y poder recoger la
moneda (14). Desde aquí, no nos queda otra que dejarnos caer (menos mal que nuestro
protagonista parece un gato y no le afectan las caídas verticales desde mucha altura) y
volver al castillo. Repetimos nuestros pasos y volvemos a las murallas.
En el borde izquierdo del castillo veremos una nueva moneda (15) en una plataforma
ubicada en el cielo, a la que accederemos desde las almenas. Seguimos hacia la izquierda
y, con un salto largo (y de fe) accederemos a otras plataformas, en las que
encontraremos la última moneda (16) de esta zona.
Por tercera y última vez entraremos al castillo y nos dirigiremos hacia la zona inferior,
en busca del Consejero Real. Nada más bajar encontraremos una nueva moneda (17). Nos
encaminamos hacia la izquierda y la siguiente pantalla la recorremos por la zona
superior, para dejarnos caer pegados al borde izquierdo, recogiendo así una nueva moneda
(18).
Nos dejamos caer y seguimos hacia la izquierda y abajo hasta que no podamos continuar. En
ese punto hay unas piedras que bloquean el acceso a la sala de la corona, así que
busquemos la palanca que nos dará acceso, que está hacia la derecha. De camino,
recogeremos otra moneda (19). Antes (o después) de accionar la palanca, podremos recoger
la última moneda (20) de la sala inmediatamente superior.
¡Ya tenemos las 20 monedas! Así que tendremos vía libre para acceder a la corona.
Volvemos sobre nuestros pasos hacia la izquierda. Pasamos por la estancia en la que se
encuentra el Consejero Real (del que daríamos cuenta de buena gana, pero en este juego
no hay ni espadas ni posibilidad de agacharse, recordad), así que nos hacemos
directamente con la corona. ¡La princesa no puede esperar!
No obstante, salvo que vayamos muy justos de tiempo, ahora lo importante es no perder la
paciencia, ya que lo más difícil está hecho, y todas las pantallas por las que pasaremos
ya las hemos superado anteriormente. Si somos capaces de dominar los nervios, salir del
castillo, volver a la cueva y llegar hasta la princesa, podremos contemplar el ansiado
final.
Descarga el mapa de la aventura: mapa_corona.png