En este número, aparte del estupendo análisis que MIGUEL hace de la saga Wally en la
sección Al Descubierto, FALVAREZ comenta un
par de interesantes juegos: Super Cars y A
Whole New Ball Game. Que los disfrutéis.
SUPER CARS
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Título |
Super Cars |
Género |
Arcade - Conducción |
Año |
1990 |
Máquina |
48K-128K |
Jugadores |
1 Jugador |
Compañía |
Gremlin Graphics Software Ltd. |
Autor |
Spidersoft |
Otros comentarios |
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Desde siempre me han gustado los juegos de coches, no voy a negarlo. Y uno de mis títulos
favoritos de la década de los 90 fue Super Cars II, en su versión para Commodore Amiga.
Siempre me pregunté cómo sería la primera parte, y mira tú por dónde que WOS y su nuevo
servicio Random vinieron a darme la respuesta en forma de juego para Spectrum: Super
Cars.
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Pantalla de carga |
Super Cars es un juego de carreras de coches al más puro estilo arcade, con vista cenital
(recordemos el clásico Supersprint). En este caso, el circuito excede el tamaño de la
pantalla, por lo que un suave scroll nos acompañará a lo largo de las carreras.
Super Cars nos reta a llegar los primeros a lo largo de nueve circuitos de dificultad
creciente. Curvas, rectas, cambios de rasante y cruces a distintos niveles son los
elementos que conforman cada uno de ellos. Especialmente complicados resultan los
túneles, ya que perdemos de vista a nuestro coche hasta que salgamos de ellos, con lo
que si no entramos bien rectos, los choques contra los laterales de la calzada estarán a
la orden del día. La sensación de profundidad está técnicamente bien resuelta gracias al
uso de tramas y sombras.
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Menú versión 48K |
Una vez hayamos completado los nueve circuitos, si hemos conseguido llegar entre los tres
primeros en cada carrera, obtendremos un código y pasaremos al siguiente nivel. La
dificultad aumentará, además de competir contra más coches controlados por el ordenador
encontraremos obstáculos en la pista, como puede ser barro, aceite o agua.
El objetivo del juego consiste en ganar la mayor cantidad de dinero posible en la
competición, para así adquirir mejoras para nuestro coche (o un coche nuevo), o bien
para reparar los desperfectos que hayamos ocasionado durante la carrera. Tendremos que
vigilar el estado de nuestro motor, carrocería, combustible y ruedas, si no queremos
quedarnos tirados en medio de la dura pugna por las primeras posiciones.
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Menú versión 128K |
El juego se editó en versiones para 48K y 128K. La primera diferencia palpable entre
ambas versiones, aparte de la consabida multicarga para la de 48K (la versión para los
hermanos mayores carga todo del tirón), radica en el aspecto de los menús. En la versión
de 128K, controlamos un puntero para seleccionar las distintas opciones, dando un
aspecto más "actual" a la interfaz. No obstante, la funcionalidad es idéntica en ambas
versiones.
El manejo se puede hacer mediante joystick Sinclair, Kempston o teclado. La opción de
redefinir teclas no está contemplada, aunque están permitidas muchas combinaciones,
entre ellas las habituales (OPQA
). Durante la carrera aceleraremos con el botón de disparo, giraremos con las
direcciones laterales (izquierda y derecha), y arriba y abajo los usaremos para
lanzar misiles hacia delante y hacia atrás, respectivamente.
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Vamos los primeros, pero nos siguen de cerca |
En cuanto al sonido, como de costumbre encontramos diferencias entre las versiones de 48K
y 128K. La primera de ellas carece de melodías tanto en los menús como durante el juego,
y el sonido se limita a los efectos durante la carrera, como son derrapes, choques o
disparos. Por otra parte, podremos disfrutar de melodías en la versión 128K, tanto en
los menús como en el transcurso de las carreras. Eso sí, el reparto de los 3 canales de
sonido no ha sido muy afortunado, ya que al reproducir algún efecto la música se
entrecorta, produciendose una sensación bastante extraña.
En resumen, un juego bien hecho, partiendo de una idea sencilla, muy cuidado técnicamente
y no demasiado difícil, que nos enganchará hasta que completemos todas las carreras y
nos hagamos con todos los vehículos. Se echa en falta un modo de dos jugadores para
poder competir con un amigo, pero quizás eso excediera la capacidad técnica de nuestras
máquinas para mover un scroll tan suave (en esta ocasión).
Valoraciones |
Originalidad: |
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Gráficos: |
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Sonido: |
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Jugabilidad: |
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Adicción: |
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Dificultad: |
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Trucos:
Puedes encontrarlos en The Tip Shop
Descárgalo de:
A WHOLE NEW BALL GAME
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Título |
A Whole New Ball Game |
Género |
Puzzle |
Año |
1989 |
Máquina |
48K |
Jugadores |
1 Jugador |
Compañía |
Crash |
Autor |
Pete Cooke |
Hacia las postrimerías de la vida comercial del Spectrum, las revistas comenzaron a
adjuntar cintas en las que se incluían, como norma general, demostraciones de próximos
lanzamientos, títulos descatalogados y, como en este caso, juegos originales. En esta
ocasión hemos pulsado nuevamente la opción Random de WOS y hemos encontrado este
puzzle que, al menos para quien escribe este artículo, resulta totalmente novedoso (que
no original).
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La pantalla de carga |
El objetivo del juego es sencillo. Se trata de capturar unas píldoras amarillas de
energía que encontraremos en la pantalla. Para ello, haremos pasar una bola por encima.
La gracia está en que nosotros no controlamos directamente el movimiento de la bola,
sino que debemos colocar en la pantalla unos deflectores para modificar su camino y
hacer que siga el que nosotros queramos. Para completar cada pantalla, debemos capturar
todas las píldoras antes de que se acabe el tiempo, o perderemos una vida. Asimismo,
debemos estar atentos a otro tipo de elementos que puedan alterar el curso y la
velocidad de la bola (el juego los llama "Effectors", no he sabido cómo traducir este
término).
El control del título, tanto en los menús como en el juego propiamente dicho, se efectúa
a través de un puntero, como si se tratara de un ratón. Si dispusiéramos de tal
periférico, pues sería muy cómodo, pero no es el caso, así que lo moveremos con el
teclado (redefinible), o bien un joystick de protocolo Kempston, Sinclair o Protek. En
cualquier caso, al menos bajo mi punto de vista, al final se hace bastante incómodo
mover el puntero.
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El menú de selección de controles |
En el menú podremos modificar otros parámetros, como son la pantalla en la que
empezaremos (a elegir entre cinco), el nivel de dificultad (fácil, moderado o difícil),
ver las puntuaciones, modificar el método de control (entre los anteriormente
descritos), consultar las reglas, la descripción de los "Effectors" y, por último, un
diseñador de pantallas.
Abajo a la derecha, como curiosidad, aparece el símbolo de un árbol. Si pulsamos en él,
accederemos a un generador de árboles fractales. Interesante... Eso sí, cuidado con los
parámetros que eliges, porque luego no se puede interrumpir la generación del
fractal.
Los "Effectors", como hemos comentado anteriormente, se encargan de modificar la
trayectoria y la velocidad de la bola. No vamos a entrar a describir exhaustivamente
cada uno de ellos (se puede consultar una descripción detallada en el menú de opciones),
simplemente comentar que pueden girar la bola 90 grados, obligar que siga una dirección
determinada, dirigirla hacia un lugar aleatorio, teletransportarla a otro lugar de la
pantalla, acelerarla, frenarla, bloquear su camino e, incluso, restarnos una vida.
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Devorando cápsulas de energía... |
El juego se hace complicado ya que, aparte del hecho de tener que colocar los muros
deflectores para que la bola vaya por donde queremos, tendremos que apañarnos con un
método de control que es, a todas luces, inadecuado para su manejo con el teclado o un
joystick. Enlentece mucho nuestros movimientos y los hace poco precisos, en momentos
donde la rapidez y la precisión son cruciales.
En cuanto al sonido, la pantalla de presentación tras la carga viene amenizada por una
conocida melodía de Mozart, en el formato monofónico clásico del Spectrum. Es de
agradecer que la cosa quede ahí, ya que resultaría excesivamente pesada. El resto del
juego se limita a efectos sonoros en los rebotes de la bola.
En resumen, una vuelta de tuerca más a una idea ya trabajada (estoy recordando ahora
mismo Deflektor, del genial Costa Panayi), con una realización técnica simplemente
correcta, que nos hará pasar un buen rato si no acabamos desquiciados con la forma de
controlar el juego.
Valoraciones |
Originalidad: |
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Jugabilidad: |
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Adicción: |
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Trucos:
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