Este mes contamos con los interesantes análisis de Harrier Attack
y Exolon, ambos a cargo de MIGUEL. Como siempre, esperamos que los
disfrutéis.
HARRIER ATTACK!
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Título |
Harrier Attack |
Género |
Arcade |
Año |
1983 |
Máquina |
16K |
Jugadores |
1 Jugador |
Compañía |
Durell Software Ltd. |
Autor |
Mike A. Richardson |
Otros comentarios |
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Hay momentos en que tenemos unos minutos libres y nos apetece jugar un rato, pero no lo
hacemos ya que muchos juegos exigen que les prestemos atención durante mucho tiempo.
Para esos quince minutos que tenemos sueltos sin nada que hacer Harrier Attack! puede
ser una buena opción.
El juego que analizamos hoy es un Shoot'em'up con scroll horizontal en el cual manejamos
un avión de combate Harrier, cuya característica más reseñada es la posibilidad de
despegue vertical. Y así comenzamos el juego, despegando de un portaaviones en mitad del
océano.
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Pantalla de carga |
El argumento del juego es inexistente, como los argumentos para justificar cualquier
guerra, pero nuestra misión clara: internarnos en territorio enemigo y bombardear una
ciudad con todo el arsenal de que dispone nuestro avión: misiles y bombas y no en poca
cantidad. Para impedirlo el enemigo lanzará contra nosotros sus cazas, que si fallan el
tiro intentarán colisionar con nosotros, cañones antiaéreos y tanques que nos dispararán
en cuanto nos tengan a tiro, y os aseguro que empezaréis a ver la misión complicada en
cuanto veáis el cielo repleto de disparos de los flaks. También encontraremos algún
barco que nos lanzará misiles aunque, la verdad, no son muy difíciles de esquivar.
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Comenzamos la misión |
Como decíamos al principio, comenzamos nuestra misión en la cubierta de un portaaviones
desde el cual despegamos, debemos tener cuidado de no dispararle ya que en ese caso al
llegar al final de la misión no estará esperándonos para la recogida, con lo cual no
podremos terminar el juego. Después de un recorrido sobrevolando el mar en el que nos
encontraremos con algún barco y aviones que intentarán derribarnos, nos adentramos
tierra adentro a través de montañas y valles fuertemente defendidos por cañones
antiaéreos y tanques. Esta es la zona más complicada del juego y habrá momentos en los
que no sabremos por dónde nos vienen los disparos. Lo mejor que podemos hacer en esta
zona es ir lo más rápido posible evitando los disparos desde tierra y los aviones
enemigos y no entretenernos en disparar. A favor de esto está el complicado control de
los disparos de los misiles, ya que cuando disparamos deberemos mantener el rumbo del
avión en línea recta hacia el objetivo si queremos que el misil impacte en el blanco; si
movemos el avión, el misil cambiará de trayectoria con él. Es más sencillo usar las
bombas para destruir los aviones enemigos situándonos encima de ellos y los misiles para
los objetivos fijos en tierra. Al sobrepasar esta zona del juego, nos adentraremos en la
ciudad, únicamente defendida por algún antiaéreo, y es aquí donde debemos aprovechar
para hacer puntos descargando toda nuestra munición sobre las casas y vehículos que
encontraremos, un vuelo raso y el machaqueo constante de la tecla de lanzar bombas nos
ayudarán bastante. Después de esta fase poco nos queda que hacer, regresar a nuestra
nave nodriza y aterrizar en ella.
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Un caza enemigo con malas intenciones |
La interfaz del juego es bastante completa, nos muestra la velocidad a la que vamos, que
podemos incrementar y decrementar con las teclas de izquierda y derecha, las bombas y
misiles que nos quedan y el combustible de que disponemos para terminar la misión. El
nivel de combustible descenderá más rápido cuando vayamos a toda velocidad, pero aun así
nos sobrará bastante para terminar la misión. Disponemos de una única vida, es decir, si
destruyen nuestro avión nos enterraran con todos los honores o quién sabe si nos daran
por desaparecidos en combate. Una vez que lleguemos al final de la misión el juego
terminará y, si nuestra puntuación es digna de figurar entre las mejores, podremos
introducir nuestro nombre en el hall of fame.
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Bombardeando civiles |
Los gráficos del juego cumplen con su cometido sin destacar en exceso, pero hay que
tener en cuenta que este título data del año 1983 y los gráficos van acorde a lo que se
diseñaba en esa época. El movimiento del juego es correcto y el scroll rápido pero se
mueve a "saltos", ya que desplazan la pantalla de ocho en ocho pixels. El único problema
apreciado con el movimiento es un ligero parpadeo en los barcos, por lo demás, correcto.
Otro cantar suena con las opciones de configuración del juego ya que son nulas.
Únicamente podemos seleccionar el nivel de dificultad de uno a cinco. La diferencia está
en el número de enemigos que aparecen, la velocidad del juego, y la altura de las
montañas: a mayor nivel de dificultad menos espacio para maniobrar a más velocidad y
esquivando más disparos, pero esto puede ser realmente divertido. Nuestro avión responde
a las teclas de control a la perfección, aunque tendremos que adaptarnos a los cursores
para manejarlo más el nueve para arrojar las bombas y el cero para lanzar misiles.
El sonido se limita a unos cuantos efectos de sonido al destruir los objetivos. Nada de
música.
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Finalizamos la misión |
Harrier Attack! es un juego entretenido y correcto tecnicamente, más teniendo en cuenta
que fue programado para cualquier máquina Sinclair a partir de los 16KB de memoria. Nos
permitirá pasar unos minutos picados pero sin pretender que esos minutos se extiendan
demasiado, como puede pasar en juegos similares (me viene a la cabeza el Penetrator, por
ejemplo). Baste decir que pasar el juego completo en nivel intermedio lleva unos dos
minutos y medio sin tener mucha práctica [descarga esta partida
de ejemplo].
Valoraciones |
Originalidad: |
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Gráficos: |
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[6] |
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Sonido: |
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Jugabilidad: |
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Adicción: |
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[8] |
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Dificultad: |
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[6] |
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Trucos:
Puedes encontrarlos en The Tip Shop
Descárgalo de:
EXOLON
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Título |
Exolon |
Género |
Arcade |
Año |
1987 |
Máquina |
48K |
Jugadores |
1 Jugador |
Compañía |
Hewson Consultants |
Autor |
Raffaele Cecco |
Otros comentarios |
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Lo habitual en esta sección es comentar juegos que no son demasiado conocidos, aunque no
me he podido resistir a la tentación de analizar un gran juego que me ha tenido
absorbido los últimos días: Exolon, de Raffaele Cecco.
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La pantalla de carga |
Poca presentación necesita Cecco. Como autor de juegos ha creado verdaderas maravillas
de la programación en las que llevaba la máquina a sus límites. Títulos como Cybernoid,
Solomon's Key, Stormlord o este Exolon que voy a diseccionar hoy hablan por si mismos.
Nuestra misión es limpiar un desconocido planeta de los alienígenas que lo habitan, que
no son pocos. Para ello, estamos equipados con un lanzagranadas y un fusil para disparar
a todo lo que se mueva... y a lo que no también. La capacidad que tenemos para llevar
munición es limitada, aunque vamos a ir encontrando más según avancemos en el juego y en
ningún momento notaremos su escasez.
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Finalizando el nivel uno |
El juego es un plataformas de pantalla estática, es decir, sin scroll, en el cual nos
iremos topando con un desafío diferente según avanzamos, y necesitaremos plantear una
estrategia determinada para superar cada pantalla, no debiendo limitarnos a disparar sin
ton ni son. Suele haber dos caminos diferentes para pasar cada zona y, según la que
decidamos, normalmente una opción más complicada o afrontando más enemigos que la otra,
así nos puntuaran al final de cada una de las cinco fases de las que está compuesto el
juego. A más peligros afrontados, más puntos.
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¿Complicado? y lo que nos queda... |
En cada una de las 25 pantallas en que se dividen las cinco fases encontraremos enemigos
que se mueven con unos patrones predeterminados, y que no son muy complicados de
eliminar estudiando sus movimientos. También encontraremos cañones fijos que nos
dispararan al detectar que estamos en su línea de tiro. De estos cañones, algunos
conseguiremos destruirlos con las granadas y otros solamente podremos superarlos y
dejarán de disparar cuando estemos muy cerca de ellos, aunque a nuestro favor tenemos
que los proyectiles de estos últimos podemos destruirlos con nuestros disparos. Uno de
los obstáculos más complicados son unas plataformas que salen del suelo con una cadencia
aleatoria y, si nos pillan, vida menos en la cuenta. Hay zonas que encadenan varias de
estas plataformas que son auténticas pesadillas para sobrepasarlas. Otro obstáculo
bastante complicado, más por la sorpresa que nos causa su disparo nada más entrar en la
pantalla que por la dificultad en destruirlo, es un misil controlado por una especie de
radar que se dirigirá hacia nosotros y es muy complicado de esquivar. Para destruirlos,
la única manera es lanzar una granada contra su control o radar.
Técnicamente el juego roza un nivel muy alto. Los movimientos son suaves, y el teclado
redefinible a nuestro gusto. También contamos con la opción de controlar el juego
mediante un joystick de norma Kempston o Sinclair Interface 2. En cualquier caso, el
protagonista responde a nuestros requerimientos sin demora. Si se le puede poner una
pega en los movimientos es una apreciable ralentización cuando hay muchos sprites
simultáneamente en pantalla, especialmente cuando liberamos una pequeñas bolitas rojas
reunidas en una esfera transparente. Pero hablamos de más de 20 sprites moviéndose sin
pausa, de un tamaño más que considerable y a todo color. Aun así el juego es controlable
y jugable totalmente. ¿Se debe quejar uno por esto? Yo creo que no.
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Momentos de calma y satisfacción |
Los gráficos son coloridos, pero no coloridos sólo por resaltar. Los colores están
aplicados con corrección y un gusto sobresaliente, y con un diseño excelente, de buen
tamaño y que fusionan muy bien unos con otros. Las 125 pantallas son un derroche de
imaginación y diseño, da gusto moverse por ellas.
El sonido merece una mención especial, aunque hay que diferenciar entre cargar el juego
en una máquina de 48KB o en una que disponga del chip de sonido que llevan los modelos
de 128KB. Simplemente no hay color. Comenzando por la melodía del menú, una pequeña obra
de arte que se muestra en todo su esplendor con el chip AY funcionando y pasando por los
efectos de sonido al lanzar una granada, disparado o recogiendo las diferentes cargas de
munición que encontraremos a lo largo de nuestro recorrido. No vamos a notar un
despilfarro de sonido ni una música machacona según jugamos, que no la hay, pero cada
vez que el Spectrum suena lo hará como esperamos.
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Bonitos gráficos y no nos atacan... de momento
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Como os habréis dado cuenta el juego me gusta y no trato de ocultarlo, es uno de esos
imprescindibles que no puede dejarse de jugar y que una vez que te pones con él no
puedes soltarlo hasta que lo terminas, cosa complicada ya que, aunque no es de los
juegos más difíciles y lleva una curva de aprendizaje bastante suave, hay momentos en
que puede llegar a desesperarnos un poco. Dejad de jugar al Pro Evolution Soccer un rato
y veréis que no es necesario un juego con un trillón de polígonos para pasar un rato
lúdico excelente.
Valoraciones |
Originalidad: |
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Gráficos: |
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Sonido: |
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Jugabilidad: |
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[9] |
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Adicción: |
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[10] |
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Dificultad: |
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[7] |
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Trucos:
Puedes encontrarlos en The Tip Shop
Descárgalo de: